lunes, 17 de abril de 2017

Nuevos niños y niñas prodigio en la música

Michael Jackson de niño
Pocas veces escribo en mi blog opiniones acerca de temas generales, más allá de difundir las actividades de los músicos.
Hay algo que veo y pienso hace años (desde el devenir de la informática) y nunca me dedique a explayarme al respecto.

Padres, madres y familiares suelen escribirme para que vea a sus hijos, en general en edad escolar primaria como se desempeñan cantando, tocando la guitarra, la batería o bailando para ver “qué puedo hacer por ellos “. Y siempre les he respondido mi opinión al respecto.
Son muy pocos los niños que nacen con "el don sagrado " o carisma y aun así si nacieran así (como tenemos a mano el ejemplo de Michael Jackson, por tomar uno de los tantos), esos niños necesitan un tiempo de maduración y desarrollo personal para saber qué es lo que realmente quieren en su vida y tener las herramientas sociales y de maduración para afrontar lo que supuestamente sus padres creen que se llama “éxito” y tener la madurez y el apoyo  del entorno profesional  y psicológico para acompañarlo.

Veo "pseudo niños prodigios" que han alcanzado fama a temprana edad, gracias a la presión de sus padres de hacerlos famosos (seguramente fueron ellos los que quisieron serlo y trasladan su "no realización a sus hijos). Los chicos al ver contentos a sus padres y como un juego. Son sometidos a concursos, exposiciones, videos virales, etc., etc. Inclusive, muchos se han hecho famosos con un tipo de música que no los identifica ni les gusta y luego no pueden alejarse de ese trabajo ya que un ciento de familias viven de lo que el hace.

Que diferencia encuentran a cuando antes de que la fama, música o actividad artística pasara a ser "fantástica”, a cuando unas generaciones atrás  se pensaba que la música , el arte y la bohemia , estaba plagada de miseria , droga , prostitución o lo que fuera, y las generaciones anteriores eran empujadas a estudiar carreras que ni habían elegido por si mismos abogacía, ingeniería , contables ,bioquímicos , etc. etc. etc. Es exactamente lo mismo.

Veo constantemente en la televisión y post en las redes sociales espacios y espacios dedicados a esos "niños prodigios”, cuando infinidad de músicos y artistas que viven de su profesión elegida por ellos mismos, con una educación en general pagada con otro trabajo por si mismos no tienen ese lugar siendo hasta profesores de la voz y del instrumento?

Hoy sin ir más lejos vi una “niña prodigio cantar” dándole en la TV 5 minutos de fama ( ni siquiera era de aquí ) cuando a diario escucho decenas de cantantes argentinas que cantan en bares autogestionadas y apenas tienen un lugar en radios alternativas.

Por otro lado saben que cuando esos padres crezcan faltarán científicos, médicos, ingenieros, abogados, maestros etc. etc. etc.?

Los niños deben estudiar y jugar, tener una infancia lo más feliz posible para tener luego las herramientas para adaptarse en lo que elija en un mundo cada vez más difícil.

Saben acaso lo difícil que es en cualquier parte del mundo vivir del arte?
Me parece que hay que comenzar a crear conciencia acerca de los "prodigios". 
La actividad "prodigia" tiene que ser un esparcimiento para el niño porque sin educación ( saber leer, escribir, razonar matemáticamente , educación Cívica , Física etc. etc. ...
Y esa actividad no debe tener más importancia que la anterior sino ser complementaria.

Puedo poner miles de ejemplos de Biografías de Famosos que he leído, del sufrimiento de "pseudo niños prodigios”) y las consecuencias nefastas que tuvieron de más grandes (aquellos que sobrevivieron)
No quería dejar pasar este comentario que hace rato lo quiero hacer y no es más que una opinión personal al respecto y en mi ámbito que es la música. Hay casos que no han sido así, como todo en la vida hay excepciones a las reglas y es solo mi opinión.
Vivo en Argentina, y quien lea este post puede ser de cualquier otro país del mundo en donde esto no ocurra (vale la aclaración).


Laura Lagna-Fietta

miércoles, 5 de abril de 2017

Ritual blusero en una noche de magia y emoción con el norteamericano Lorenzo Thompson

El ícono del blues negro norteamericano Lorenzo Thompson maravilló anoche a 400 espectadores en un volcánico y memorable concierto en la sala porteña Caras y Caretas, acogedor escenario elegido por el mismísmo Charly García cuando decidió días atrás presentar por sorpresa su último álbum. 

Foto : Guillote Fotografía
Lorenzo Thompson maravilló anoche a 400 espectadores en un volcánico y memorable concierto en la sala porteña Caras y Caretas, acogedor escenario elegido por el mismísmo Charly García cuando decidió días atrás presentar por sorpresa su último álbum.
Thompson, un artista de asombrosa completud -gran frontman, cantante y hasta bailarín- hizo su séptima y más resonante presentación en el país, tras cinco años de ausencia, junto al notable guitarrista argentino Daniel Raffo, al que conoció en 1997 y a partir de allí armaron una simbiótica relación musical que, para regocijo de tantos, sumará varios capítulos más, según adelantaron los propios protagonistas.
La banda, muy ajustada, equilibrada y sin ninguna fisura, como si fuera un equipo de ligas mayores que juega de memoria, incluyó a los locales Nandu Aquista en teclados, Juanito Moro (hijo del legendario y ya fallecido ex Los Gatos y Serú Girán, Oscar Moro) en batería, Martín "Chipi" Cipolla en bajo, Martín Munoa, alumno preferido de Raffo en guitarra rítmica, la impresionante Jorgelina Avigliano en saxo y Sandra Vázquez en la armónica.
En el noveno capítulo, que conformó un "popurrí" rotundo y ovacionado de pie por la entonces extasiada concurrencia, se produjo una aparición asombrosa, la de una "tal" Nina Portela, que con prominente panza de un embarazo de siete meses, desplegó increíbles dotes vocales. A no perder de vista a esta ilustre desconocida, que merecería llevar también la diez en la espalda.
Su actuación a dúo con Thompson cantando la emblemática e inoxidable "Superstition", de Stevie Wonder y una balada genialmente actuada sobre amores, desamores, desencuentros, súplicas y reconciliaciones, constituyó uno de los muchos grandes momentos que adornaron un recital de casi dos horas y media, pleno de magia, energía e inspiración sin límites.
De edad imposible de saber porque siempre se negó a revelarla, pero que se presume cercana ya a los 70 años, el músico nacido en Mississippi y desde los cinco años radicado en Chicago, la cuna del blues mundial, remató su clase magistral mediante un sentido homenaje a Pappo Napolitano, que hizo derramar a varios más de una lágrima.
Thompson, que no dejó de moverse, bailar e interactuar con el público bajándose continuamente del escenario, versionó en perfecto castellano una de sus canciones más emblemáticas, la melancólica y tristona balada "Desconfío de la vida", esa que dice que "un viejo blues, me hizo recordar, momentos de mi vida, mi primer amor, pero aquí estoy, tan solo en la vida, que mejor me voy".
Un rato antes, había deslumbrado con otro inolvidable clásico, el soul en son de balada "The Wonderful World", de Albert Collins y popularizado por el inmenso Ray Charles, que bailó con una adolescente de 17 años, Liza, a la que llamó especialmente para la ocasión.
Es, revelaría a la salida del teatro a Télam, "como si fuera un tío, casi un papá. Me conoce por mi mamá desde los cinco años y siempre me trae juguetes de Estados Unidos y todo lo que preciso para darle alegría a los niños enfermos, porque yo soy payasa de hospitales".
No sólo hubo blues en el colmado Caras y Caretas sino también soul, fusiones varias y casi diez minutos de frenético rock and roll con el tremendo tema de Roy Brown que popularizo
Elvis Presley "Good Rocking Tonight" que literalmente enloqueció a la afición, gran parte de la cual presenció la función de gala muchas veces parada o bailando en los pasillos.
Siempre cerca de la piel ajena, como lo indican los preciados códigos bluseros, Thompson, en el epílogo, se fue a abrazar con todos, acercándose a las butacas, y terminó su faena como uno más, compartiendo protagonismo, ese que le cedió toda la noche a sus músicos, a través de la arenga y de permanentes pedidos a la gente para que los aplaudieran.

Gentileza :Adrián Villegas - Telam -